CUENTOS DE TOKIO (Yasujiro Ozu, 1953)
Realizada pocos años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, Cuentos de Tokio es una sonora campanada que advierte al pueblo japonés del abismo al que se encamina. Esta idea es plasmada a través del contraste entre dos generaciones, lleno de paradojas. “Ahora son cortas las distancias”, señala la madre refiriéndose al viaje en tren. No obstante, vamos descubriendo cómo los padres nunca estuvieron más distantes de sus hijos que durante esos días en Tokio. También es paradójico ver que, cuando ningún hijo quiere ocuparse de sus padres, es el personaje de Noriko –quien no es de su misma sangre- el que cuida cariñosamente de ellos. Por último, resulta especialmente reveladora una frase del padre cuando contemplan la ciudad desde un mirador: “Tokio es tan grande que si nos perdiéramos, tal vez no volveríamos a encontrarnos”. En estas palabras, Ozu parece advertir el advenimiento una pérdida dramática, quizá irremediable: la pérdida de la identidad de un pueblo, radicada en gran medida en la tradición, la familia y la cultura.
Ozu nos presenta una gramática de lo cotidiano con Cuentos de Tokio |
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