Para bien o para mal, la presencia de la Iglesia Católica se ha hecho notar en algunas películas de los últimos años. Si hay algo que podemos concluir de estas es que pocas veces se mostraba esta institución con afán de imparcialidad. Las posturas que traslucían estas cintas nunca carecían de cierta pasión –a veces ciega- a favor o en contra de la Iglesia. John Patrick Shanley, dramaturgo y director de cine, nos presenta una película que va más allá de todas estas polémicas estériles. Después de ver una película como La duda, el espectador se da cuenta de que el director de la película ha puesto en él su confianza, pues también a él le ha concedido, hasta el último minuto de metraje, el beneficio de la duda, como suele decirse.
La hermana Aloysius (Meryl Streep), directora del colegio de San Nicolás, situado en el Bronx, sospecha del comportamiento del padre Flynn (Philip Seymour Hoffman), quien trata con especial deferencia a Donald, un chico de color con una situación familiar más que complicada. Estas sospechas le llevan a acusar a Flynn de haber abusado de Donald. No obstante, no hay pruebas del abuso, sólo una persistente duda que la hermana Aloysius anhela convertir en certeza.
La duda es el tema que atraviesa la película de principio a fin. Esta subyace en cada conversación, en cada mirada, en cada silencio. Todo interpela al espectador con múltiples preguntas. ¿Qué hacer frente a la duda? ¿Es posible dejar de dudar cuando no hay pruebas? ¿Qué grado de certeza puede lograrse cuando se trata de la conciencia de otro hombre?
La estructura narrativa presenta una clara división en tres actos, fruto de su procedencia teatral. Cada uno de ellos arranca con una homilía del padre Flynn. La duda, el rumor, los designios de Dios. Son conceptos en torno a los cuales gira la trama. “La duda puede ser un vínculo tan poderoso y sólido como la certeza”, asegura el padre Flynn en su primera homilía, aludiendo a la idea de que, también cuando estamos perdidos, no estamos solos. Creo que esta idea se va desmintiendo a lo largo de la película, pues la duda siempre genera sospechas, distancias, rumores infundados. Por otra parte, tampoco considero que la certeza –tal y cómo parece buscarla la hermana Aloysius- sea un verdadero vínculo. Hay muchos casos en los que es imposible dar con una certeza empírica. Es el caso de la conciencia de cada hombre, cuyo interior sólo conoce Dios y, en ocasiones, el propio sujeto. A medida que avanza la historia, la hermana Aloysius parece ir alcanzando esa ansiada certeza. Sin embargo, es ella misma la que termina reconociendo que duda. “Tengo dudas, tengo tantas dudas”, confiesa a la hermana James. Ha querido erigirse como juez supremo, olvidando que sólo Dios puede juzgar las conciencias, y Él lo hace amando.
La vía de la caridad, del amor, es el camino que parece proponer el padre Flynn. No obstante, vivimos un tiempo en que la palabra “amor” ha sido tan manoseada que, en muchas ocasiones, sólo presenta connotaciones egoístas y, en cualquier caso, nunca hace alusión a Dios. Sea o no este el camino del padre Flynn –como decíamos, la duda se mantiene hasta el final de la película-, el amor es sin duda el camino acertado. Por encima de la duda y la certeza –estados interiores poco asequibles al ser humano- hay un modo más fuerte de vincularnos a los otros hombres. Un amor comprensivo, que acepta el misterio de cada conciencia, y que va de la mano de un legítimo afán de verdad muy distinto de la evidencia empírica. La escena en la que el padre Flynn se despide de sus feligreses en muy significativa. El coro de niños entona el conocido himno Ubi caritas. Donde hay caridad y amor, ahí está Dios.
Son innumerables las reflexiones que suscita esta película en la mente del espectador. El propio Shanley reconocía que se trata de una película dividida en cuatro actos. El último de ellos empieza cuando los espectadores salen del cine y se ponen a conversar. Cada uno parece haber visto una película distinta. Tal es la riqueza que desprende el argumento y las brillantes interpretaciones.
1 comentario:
tiene muy buena pinta!!
me la apunto...
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