BOBBY (Emilio Estevez. 2006)
Varios disparos rasgaron aquella entusiasta atmósfera llena de idealismo y se hundieron en el cuerpo del senador Robert. F. Kennedy, quien hace escasas horas vencía a su oponente, el senador Mccarthy, en las primarias de California. Unos meses antes, en abril del 68, el reverendo Luther King caía abatido por un balazo en la cabeza... y ahora Bobby. Miles de miradas esperanzadas se tornaron en llanto y dolor al ver que su sueño se desvanecía aquella noche. Había atardecido definitivamente sobre aquella ola de liberalismo nacida en la América de los 60. Era una noche decisiva, determinante para las vidas de muchos americanos. Todo podía cambiar. No era un día más, sino la culminación de meses de esfuerzo y sacrificio. Aquella noche todo podía cambiar, y de hecho cambió, pero no como se esperaba.
En estos meses previos a la entrega de las codiciadas estatuillas de estrena Bobby, un film que nos relata la vida de 22 americanos que, por un motivo u otro, anhelaban que aquel 5 de junio su querido senador ganara las elecciones. Esta es una historia c
omprometida, pues toca temas de rabiosa actualidad tales como el racismo, las crisis en las relaciones matrimoniales o la propia carencia de ideales y moral en la vida.
En el aspecto técnico, hay varios puntos a destacar en este largometraje. La fotografía es digna de mención, así como la ambientación y el logrado efecto de intercalar escenas documentales del senador con secuencias de la película para dar la sensación de que el papel de Bobby es él mismo quien lo interpreta. “The Sound of Silence”, “My Girl” y otras melodías de aquellos años se dejan caer con más o menos acierto a lo largo de la película.
Quizá para muchos resulta excesivamente cargante, pues no deja de mostrarnos la visión aun ingenua e idealizada de un senador cuyo sueño era dirigir al mundo hacia la paz. Aun así, la considero una película de referencia para conocer aquellos años que pusieron fecha de caducidad a la inocencia del ser humano.
Varios disparos rasgaron aquella entusiasta atmósfera llena de idealismo y se hundieron en el cuerpo del senador Robert. F. Kennedy, quien hace escasas horas vencía a su oponente, el senador Mccarthy, en las primarias de California. Unos meses antes, en abril del 68, el reverendo Luther King caía abatido por un balazo en la cabeza... y ahora Bobby. Miles de miradas esperanzadas se tornaron en llanto y dolor al ver que su sueño se desvanecía aquella noche. Había atardecido definitivamente sobre aquella ola de liberalismo nacida en la América de los 60. Era una noche decisiva, determinante para las vidas de muchos americanos. Todo podía cambiar. No era un día más, sino la culminación de meses de esfuerzo y sacrificio. Aquella noche todo podía cambiar, y de hecho cambió, pero no como se esperaba.
En estos meses previos a la entrega de las codiciadas estatuillas de estrena Bobby, un film que nos relata la vida de 22 americanos que, por un motivo u otro, anhelaban que aquel 5 de junio su querido senador ganara las elecciones. Esta es una historia c
En el aspecto técnico, hay varios puntos a destacar en este largometraje. La fotografía es digna de mención, así como la ambientación y el logrado efecto de intercalar escenas documentales del senador con secuencias de la película para dar la sensación de que el papel de Bobby es él mismo quien lo interpreta. “The Sound of Silence”, “My Girl” y otras melodías de aquellos años se dejan caer con más o menos acierto a lo largo de la película.
Quizá para muchos resulta excesivamente cargante, pues no deja de mostrarnos la visión aun ingenua e idealizada de un senador cuyo sueño era dirigir al mundo hacia la paz. Aun así, la considero una película de referencia para conocer aquellos años que pusieron fecha de caducidad a la inocencia del ser humano.
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