LAS LLAVES DE CASA (Gianni Amelio. 2004)
Quién diría que en esta época en la que el cine vive de los héroes de cómic y las comedias "americanas" pudiera encontrarse entre las cintas provenientes de Italia una pequeña joya como lo es "Las Llaves de Casa".
A pesar de su bajo presupuesto y de el reducido número de actores que componen el reparto de la película, el director Gianni Amelio, uno de los grandes de la academia de cine Italiana junto con el aclamado Giussepe Tornatore ("Cinema Paradiso"), consigue elaborar esta entrañable película que nos cuenta la historia de dos personas con los mismos problemas que aquejan a tantos ciudadanos en la sociedad occidental de nuestros tiempos.
Gianni es un joven que, quizá sin desearlo y tampoco premeditarlo, deja embarazada a su novia, que entonces cuenta con diecinueve años. El parto de ésta se complica por momentos y finalmente la madre fallece, dejando al amparo de un porvenir incierto a su novio y su nuevo hijo deficiente. Gianni, al ver que sus condiciones de vida no le permitirán hacerse cargo de la criatura, deja a Paolo al cuidado de sus tíos, quienes se ocuparán fervorosamente de él durante casi quince años. Gianni decide conocer a su hijo cuando le acompaña por primera vez a un centro de rehabilitación en Berlín. Allí conocerá a Nicole, u
na madre que desde el momento en el que nació su hija no ha hecho más que pensar en ella. Este personaje, interpretado por Charlotte Rampling, será el hilo conductor de la historia y quien hará ver a Gianni el verdadero sentido del dolor y la entrega de toda una vida.
Dentro del montaje final destaca un elemento simbólico que juega un papel muy importante en la película: los trenes. El tren representa la vida y sus consecuencias, tales como el sufrimiento o la alegría. Sólo pasa una vez y si no se coge difícilmente se podrá subir a él en una segunda oportunidad.
Recomiendo encarecidamente a todos nuestros lectores que veáis esta gran película Italiana que no sólo os conmoverá, sino que os invitará a plantearos cuestiones de gran profundidad y trascendencia.
Quién diría que en esta época en la que el cine vive de los héroes de cómic y las comedias "americanas" pudiera encontrarse entre las cintas provenientes de Italia una pequeña joya como lo es "Las Llaves de Casa".
A pesar de su bajo presupuesto y de el reducido número de actores que componen el reparto de la película, el director Gianni Amelio, uno de los grandes de la academia de cine Italiana junto con el aclamado Giussepe Tornatore ("Cinema Paradiso"), consigue elaborar esta entrañable película que nos cuenta la historia de dos personas con los mismos problemas que aquejan a tantos ciudadanos en la sociedad occidental de nuestros tiempos.
Gianni es un joven que, quizá sin desearlo y tampoco premeditarlo, deja embarazada a su novia, que entonces cuenta con diecinueve años. El parto de ésta se complica por momentos y finalmente la madre fallece, dejando al amparo de un porvenir incierto a su novio y su nuevo hijo deficiente. Gianni, al ver que sus condiciones de vida no le permitirán hacerse cargo de la criatura, deja a Paolo al cuidado de sus tíos, quienes se ocuparán fervorosamente de él durante casi quince años. Gianni decide conocer a su hijo cuando le acompaña por primera vez a un centro de rehabilitación en Berlín. Allí conocerá a Nicole, u
Dentro del montaje final destaca un elemento simbólico que juega un papel muy importante en la película: los trenes. El tren representa la vida y sus consecuencias, tales como el sufrimiento o la alegría. Sólo pasa una vez y si no se coge difícilmente se podrá subir a él en una segunda oportunidad.
Recomiendo encarecidamente a todos nuestros lectores que veáis esta gran película Italiana que no sólo os conmoverá, sino que os invitará a plantearos cuestiones de gran profundidad y trascendencia.
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